Los suelos de barro cocido son un clásico en la decoración de estilo rústico. No hay casa de pueblo que se precie que no tenga un buen suelo de barro en la planta baja (para la planta superior el material estrella ha sido siempre la madera). Lo cierto es que los colores terrosos, su textura natural y heterogénea y sus acabados sencillos convierten este material en un clásico de los pavimentos rústicos.

Aunque el proceso de fabricación de las baldosas de barro cocido viene de antiguo, todavía existen empresas como Cerámica Oropesa que se dedican a manufacturar este tipo de productos. La fabricación de estos productos se realiza de forma artesanal, en un proceso que consiste básicamente en poner la arcilla en moldes previamente fabricados con la forma de la baldosa deseada y cocerla en unos hornos especiales de tipo árabe a grandes temperaturas. De ahí viene su aspecto heterogéneo, fruto de la artesanía que define todo el proceso de fabricación.

Suelos de barro cocido: un mundo de colores y matices

El color del barro cocido es uno de los elementos que le confieren un carácter especial. La variedad de matices es tan grande, que podemos encontrar tonalidades para todos los gustos y necesidades. Su color dependerá del tipo de arcilla y su colocación en el horno para tener un matiz terráneo más o menos oscuro.

Según la procedencia de la arcilla que se emplee en la fabricación de las baldosas, su color será uno u otro. Puede ser más rojizo, más dorado o pajizo, más marrón, más claro o más oscuro, etc.

Formatos para todos los gustos

Decoración NeoRústica

Partiendo de las baldosas cuadradas, que son las más sencillas, podemos encontrar piezas rectangulares de diferentes tamaños, para colocar de mil maneras distintas: formando cuadrados con las baldosas, en forma de espiga, componiendo rectángulos perimetrales alrededor de la habitación, etc.

Después encontramos un montón de formatos especiales, desde baldosas con forma hexagonal, hasta pequeñas piezas con forma de estrella que se combinan con otras formas para crear suelos espectaculares.

En los últimos años es bastante frecuente ver cómo los suelos de barro cocido se combinan con otros materiales distintos como, por ejemplo, la madera rústica. Un aspecto más moderno e industrial se logra compaginando las baldosas de barro con cemento pulido o tarimas flotantes. Esta puede ser una de las premisas de un estilo decorativo basado en el rústico más contemporáneo: el NeoRústico.