Muchas veces cuando hablamos de baldosas de barro cocido se tiende a confundir con otros tipo de baldosas, normalmente confeccionadas a partir de cemento, e incluso con otros tipos de materiales, que imitan la rusticidad de las baldosas de barro.
La auténtica baldosa de barro cocido son las que en su proceso de fabricación se utiliza solo barro. Es decir, es arcilla mezclada con polvo y otros elementos del propio suelo de donde se extrae, y mediante moldes que las dan forma, se trabajan artesanalmente a mano, dejándolas secar antes de pasar por el horno árabe a más de 1200ºC, que las confiere su dureza cerámica. Su color característico, de variadas tonalidades, las dota de esencia mediterránea y rústica.
Las baldosas hidráulicas no están hechas de barro
Las baldosas hidráulicas de cemento son las más tradicionales. Un tipo de baldosa que no requiere cocción sino que se consolidaba mediante prensas. Poseen similares características de grosor, de entre 2 y 2,5 cm, con las baldosas de barro cocido.
Se fabrican con una base de cemento y una mezcla de agua, polvo de mármol blanco, arena y varios pigmentos para color a la mezcla. Esta capa es de unos 5 mm. a la que se le añaden dos más de cemento y arena antes de pasar por la prensa hidráulica. Después, se dejan secar durante un mes, tras rociarlas para que el cemento quede perfectamente endurecido debido al proceso químico iniciado gracias al agua.
Y por último, las baldosas hidráulicas de cerámica, las más recientes y baratas. El grosor de las piezas es menor que el de una baldosa hidráulica original de cemento. A diferencia de las cemento necesitan de cocción, y su capa superior es vitrificada.
Un poco de historia sobre la cerámica de barro
Las baldosas de barro cocido más antiguas datan de la Babilonia del siglo IX a. C. Haciendo abstracción de lo que pudo ofrecer en este campo el Lejano Oriente y siguiendo las grandes culturas occidentales, hay que mencionar la gran industria romana de baldosas de terracota, técnica y uso que quedaron en estado latente hasta que los árabes los reintrodujeron en la península ibérica. Los imperativos de austeridad del Corán estimularían la creación de deslumbrantes diseños geométricos en los suelos y las paredes de los palacios reales y las mezquitas de Al-Ándalus.
Cerámica Oropesa desde hace casi medio siglo mantiene esta tradición artesanal heredada desde estos tiempos. Todo un referente nacional en el sector de la producción de suelos cerámicos rústicos.